Arigato, Toriyama sensei!

Canal Sur Televisión comenzó su emisión un 28 de febrero (cómo no, el Día de Andalucía) del año 1989. Recuerdo que aquella misma tarde comenzó la programación infantil, con un programa grabado en estudio, llamado «La Fuga del Tiempo», en el que tres amigos se encontraban una piedra mágica que les permitía viajar por el tiempo y no sé qué más. Recuerdo que en el primer episodio viajaban a la época romana y se traían de vuelta a un legionario llamado Frasco (me pregunto hasta qué punto no inspiró esto parte del argumento de «El Ministerio del Tiempo»). También había un malo muy malo (pero por incompetente, no por ínfulas de villanía) que se llamaba Don Hilario el Boticario, al que acompañaba su mancebo, el jorobado Carabagna. En fin, el programa era tirando a cutre, en plan obra de teatro de fin de curso del instituto. Pero hay que reconocer que le ponían ilusión. Lo importante es que, a continuación, iban los dibujos animados. Y aquel primer día empezaron por la puerta grande, con el primer capítulo de «Chopi y la Princesa» o «La Princesa Caballero» (según a quién preguntes), anime inspirado en la obra de Osamu Tezuka. A mi hermana le encantó, claro. Y al día siguiente, como tenía algo por la tarde (baile, seguramente), me pidió que le grabara el siguiente capítulo.

Cual fue mi sorpresa cuando fui al otro día, que debió de ser un 1 de marzo, y comencé a grabar el primer capítulo de otra serie diferente. Fue así, de pura chiripa, como descubrí la historia de un chaval con cola de mono que practicaba kung fu en un mundo de fantasía. Y que tenía que buscar unas bolas doradas, las Bolas de Dragón, con las que poder conseguir un deseo una vez reunidas todas. Aquello era «Bola de Dragón», «Dragon Ball». Y ya nada sería igual. A mi hermana le tocó las narices tener que esperar una semana más para continuar con su serie de «Chopi». Porque esa es otra, niños. En aquellos tiempos, la parrilla televisiva era mucho más amplia y diversa. A pesar de contar solo con dos canales de televisión, TVE1 y TVE2, junto con esta recién aterrizada Canal Sur, la programación era diferente y característica cada día. Eso, en mi opinión, te ayudaba a seguir mejor los programas y a orientarte mejor a lo largo de la semana. No como ahora, que todos los días te emiten prácticamente los mismos programas a la misma hora, y al final no sabes ni en qué día vives.

Pero yo estaba encantado de que llegara el jueves (creo), para saber cómo continuaba la historia de Son Goku y sus amigos. Desgraciadamente, Canal Sur solo emitió los primeros capítulos, hasta que Goku se iba a casa de Tortuga Duende para entrenar con él. No fue hasta muchos años después que volvieron a comprar la serie y entonces sí, se emitió en su totalidad, hasta llegar a Dragon Ball Z, la secuela. La serie fue dando tumbos, de las autonómicas pasó a las cadenas privadas, y la íbamos siguiendo a la hora de la merienda, o cuando al señor programador le entraba la gana. Y en tandas maratonianas de varios episodios seguidos. Sí, vale, reconozco que en sagas como la de Namek, el poder ver varios episodios del tirón era un alivio. Pero menos mal que tenía el manga, porque la serie me cansaba en exceso.

Cuando Planeta DeAgostini anunciaba en 1992 que, tras mucho tiempo detrás de su edición, iba a publicar el manga de «Dragon Ball» en español, no nos lo podíamos creer. Aquello fue un bombazo, que además abrió la puerta a todo lo que aún estaba por llegar. El manga desembarcaba por todo lo alto en España y lo hacía de manos de una obra inmortal e inconfundible. Y el resto, como se suele decir, es historia.

El arte de Akira Toriyama cambió mi vida, como hizo con tanta gente. El pasado 1 de marzo de 2024, qué coincidencia, nos dejaba Toriyama. Demasiado joven. Demasiado pronto. Sirva esta imagen dibujada sobre la marcha como un homenaje a su obra.

Y espero que el traductor de Google no me haya hecho ninguna jugarreta. Espero que ya estés en el pequeño planeta del Maestro Kaito, entrenando para multiplicar tu fuerza y tu talento, y puedas acudir a salvarnos cuando el mundo te necesite. Reuniremos las Bolas de Dragón solo para ti. Gracias por todo, gracias por tanto, Toriyama sensei.

Deja un comentario